¿Cuántas veces hemos escuchado mencionar el término vintage? “¡Me encanta el estilo vintage!” ¿Te suena esta frase verdad? Sin duda se ha convertido en un estilo del que todo el mundo habla, en especial dentro del interiorismo y la decoración. Nos empieza a resultar algo familiar pero…¿conocemos sus pautas?
Lo primero que debemos hacer, antes incorporar una decoración vintage en nuestra casa, es tener claro qué es el estilo vintage. Esto es precisamente lo que nos hemos propuesto hacer con este post. Queremos que aprendas a diferenciar este estilo y que realmente conozcas las características más destacadas del mundo vintage.
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Seguro que alguna vez nos hemos planteado decorar algún rincón de casa con este estilo. Hemos ido a comprar algún mueble y nos hemos preguntado si realmente es vintage. Pues bien, salgamos de dudas. Vamos a explicar este concepto para que quede más claro.
El término vintage es inglés y traducido dentro del contexto decoración, quiere decir “de época.” Esto es, hace referencia a todos aquellos artículos, que aún siendo antiguos, no son lo suficiente como para categorizarse dentro de antigüedades. Son accesorios y objetos que fueron fabricados en la época a la que pertenece su estilo, especialmente entre los años 20 y los años 70. En definitiva, este estilo nos trae al presente elementos del pasado.
La decoración vintage destaca por su elegancia y por desprender romanticismo. Es un estilo sin fronteras que se deja llevar por la inspiración de épocas pasadas a la vez que se adapta al presente. Entre las principales características de los muebles vintage encontramos:
Colores. El color que caracteriza este estilo es el blanco. Si bien se considera el color base, los tonos pastel también tienen protagonismo junto a otros colores, cada vez más usados, como el coral.
Diseño. Este estilo apuesta por diseños curvos con líneas definidas y elegantes.
Materiales. No hay duda que el material por excelencia es la madera. Podemos encontrarlo en solitario o en combinación con otros materiales como la forja. Especialmente en detalles como los herrajes o los tiradores, la forja es el material más utilizado.
Acabados. Suaves pátinas, aspectos lavados o decapados son los que están presentes en el acabado de los muebles vintage. En ellos, es muy común encontrar marcas, pequeños desperfectos o arañazos procedentes de usos pasados. Es por ello que, en la mayoría de las ocasiones, los acabados en este estilo no son uniformes. Lo que se consigue con estos acabados es atenuar los relieves y a la vez oscurecer los huecos obteniendo un resultado de aspecto antiguo.
Estampados. Podemos integrarlos no solo en textiles como los cojines, las cortinas o las alfombras. En el tapizado de los muebles, los estampados también cobran protagonismo a través de colores vivos y flores.
Atemporalidad. Es importante tener en cuenta una característica exclusiva de estos muebles, son eternos. No pasan de moda, ni pierden valor, si no todo lo contrario, con el paso del tiempo se revalorizan.
Versatilidad. El estilo en general, y los muebles en particular se pueden fusionar a la perfección con otros estilos obteniendo resultados verdaderamente únicos. Una característica fundamental, y a tener en cuenta, para no caer en la monotonía y obtener un resultado demasiado clásico.
Algo muy importante a tener en cuenta, es no confundir vintage y retro. Aunque son términos que se usan indiferentemente, no significan lo mismo. El retro pretende conseguir el mismo resultado pero a través de elementos que son fabricados en la actualidad. En definitiva, pretende representar la estética del pasado.
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