Como uno de los elementos principales de cualquier casa, las puertas, y en especial las fabricadas en madera, también requieren de una limpieza y mantenimiento. Al igual que el resto de muebles de la casa, acumulan polvo, suciedad e incluso manchas. Por ello, cuando decidimos colocar una puerta de madera, ya sea de exterior o de interior, debemos tener en cuenta los cuidados que ésta requiere.
Con la entrada de hoy desde Conely te dejamos algunos consejos que te ayudarán a mantener tu puerta como el primer día. Cuatro cuidados fáciles de llevar a cabo que te permitirán alargar la vida de tu puerta aún más, conservando su aspecto y características.
Lo primero que debemos hacer cuando vayamos a limpiar nuestra puerta de madera es quitar el polvo así como posibles telarañas. Para ello, nos ayudaremos de una bayeta suave, de microfibra o algodón, o un plumero. Si no hay demasiada suciedad acumulada, este paso se puede hacer en seco. Se recomienda limpiar las puertas una vez por semana, de esta forma las podremos mantener limpias e impediremos que se acumulen manchas.
Si la puerta tiene manchas que no se han podido quitar siguiendo el primer paso, entonces limpiaremos con un trapo suave humedecido. Aquí podemos utilizar si fuera necesario limpiadores jabonosos suaves. Debemos tener especial cuidado con los productos que empleamos. Aunque su etiquetado nos indique que son productos especiales para madera, pueden dañar la superficie si son demasiado agresivos. De la misma forma, debemos cuidar las dosis empleadas. Se recomienda no utilizar disolventes.
Al terminar de limpiar la puerta, debemos asegurarnos de haber quitado cualquier resto de producto. Como consejo, se recomienda limpiar la puerta siempre en la misma dirección de la veta, de esta forma conseguiremos un resultado óptimo.
Aunque pueda resultar obvio, la puerta es más que la hoja, también debemos limpiar el marco, así como todos los bordes.
Por último, con una bayeta suave, limpia y seca, repasaremos toda la superficie. De esta forma eliminaremos los posibles restos que hayan quedado, ya sean residuos o agua, y devolveremos el brillo original a la puerta.
Las manivelas, en puertas de interior, así como los llamadores, pomos y demás complementos de los que puedan estar dotadas las puertas de exterior, también requieren de un cuidado especial. En este caso, sí podemos utilizar algún producto de limpieza, como limpiadores multiusos, que nos ayuden a quitar la suciedad y desinfectar. Debemos tener cuidado a la hora de aplicar el producto en los herrajes, para evitar que éste dañe la madera. Con un mantenimiento constante evitaremos que los herrajes pierdan su color original o se oxiden.
Unos pasos sencillos y rápidos que llevados a cabo con cierta periodicidad alargarán la vida de nuestra puerta de madera manteniéndola con el aspecto del primer día.
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