Tener una decoración de estilo vintage es algo top desde hace algún tiempo. Para conseguir dar un toque vintage a a nuestra casa sólo necesitamos una cosa, atrevernos. El estilo vintage se caracteriza por la combinación de materiales, el juego de colores, mezclando tonos pastel con tonos vivos, texturas, estampados, flores, carteles con letras al más puro estilo retro…. Pero esto no es todo, se trata de un tipo de decoración muy agradecido, pues si algo lo caracteriza es su versatilidad, su capacidad para combinarse e integrarse dentro de otros estilos.
Es esto lo que precisamente queremos contarte con nuestra entrada de hoy. Pues las tendencias apuestan por dejar un poco de lado la cara más pura de los estilos, para dar paso a la fusión y a la mezcla. A continuación te traemos algunas ideas para conseguir una decoración vintage fusionada con dos estilos, el industrial y el nórdico. ¡Estilazo deco asegurado!
El estilo industrial y vintage se complementan a la perfección pudiendo ir de la mano dentro de la decoración de cualquiera de las estancias de la casa. Te damos algunas ideas:
Materiales indispensables. Madera, hierro, forja, cobre o cuero son imprescindibles dentro de la decoración vintage con aires urbanos. El toque metálico en estanterías, sillas, taburetes o lámparas no lo puedes dejar escapar. Para conseguir el equilibrio, el lado más frío del metal se compensa con la calidez de la madera, en muchas ocasiones, maderas recicladas.
Elementos de construcción a la vista. En paredes y techos, las vigas de madera descubiertas, el ladrillo visto o la piedra al natural, así como detalles en hierro que puedan quedar a la vista, se conforman como elementos principales para dotar de carácter y personalidad ambientes con este estilo de decoración.
Grandes ventanales. El objetivo es aportar luz natural a la estancia, cuanta más mejor. Es curioso que este estilo de decoración se caracteriza por no utilizar cortinas. Se pueden sustituir por estores.
Acabados. En cuestión de acabados, esta decoración nos ofrece un amplio abanico de posibilidades. Podemos apostar por colores vivos, tonos pastel o blancos. Todos ellos unidos por un mismo denominador común, los acabados no uniformes. Así, se abren hueco los acabados decapados, con aspecto envejecido o con suaves pátinas que no cubren la superficie del mueble o accesorio de decoración por completo. De esta forma se consiguen acabados únicos marcados por las pequeñas imperfecciones.
Si bien el nórdico y el vintage podríamos decir que son dos polos opuestos dentro de los estilos de decoración. Son precisamente sus diferencias, «los polos opuestos se atraen» los que hacen que casen y se fusionen a la perfección.
Materiales. La madera es la protagonista indiscutible, dejándose influenciar por la presencia de materiales como la forja o las fibras naturales que hacen conseguir esa mezcla de estilos.
Diseños de líneas sencillas. Destacan las líneas rectas y puras en diseños sencillos que proporcionan elegancia a los ambientes.
Colores. El lado más escandinavo se caracteriza por el uso del color blanco, sin embargo, una vez más la fusión con el vintage nos deja ver cómo los grises y los tonos pastel se abren hueco, especialmente los verdes y los azules.
Objetos decorativos. El color dentro de este estilo lo podemos aportar a través de los muebles o a través de los accesorios. Candelabros, figuras de colores o espejos son elementos que nos pueden ayudar a crear el espacio que siempre hemos soñado. Son una forma original de dar color que nos permite conseguir contraste, sin perder la armonía. Sin duda el must de la decoración nórdica vintage.
Acabados. El efecto envejecido es el rey, sin embargo su combinación con el lado más pulido del estilo nórdico proporciona la armonía que buscamos.
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